martes, 20 de noviembre de 2018

Parecernos a ti, Señor

Tú no eres Señor, un Dios impasible, no eres distante y duro con los hombres.
Tú conoces nuestra debilidad, nuestras tendencias orgullosas, violentas y egoístas.
Conoces bien todas nuestras miserias.
Tú eres misericordioso y compasivo Tú padeces y com-padeces,
Tú eres compasión. Compadécete de nosotros.
Ven, Señor, a socorrernos, y danos un corazón nuevo,
un corazón limpio y sincero, un corazón lleno de compasión,
Qué sintamos la impotencia del caído y le ayudemos a levantarse.
Qué compartamos el dolor del enfermo y le cuidemos.
Qué miremos con misericordia al que se equivoca y le enseñemos el Camino.
Qué suframos el miedo del cobarde y le animemos.
Qué padezcamos la decepción del engañado y le mostremos la Verdad.
Qué comprendamos el vacío del violento y le ayudemos a buscar la paz.
Qué soportemos el pesimismo del desilusionado y sembremos esperanza.
Qué probemos la necesidad del hambriento y le ofrezcamos pan y cariño.
Qué hagamos nuestra la rabia del golpeado y lo tratemos con dignidad.
Que nos compadezcamos del egoísta y le amemos.
Quédate con nosotros, para ser cada día más parecidos a ti. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario