domingo, 12 de mayo de 2019

Conocer al Pastor

Después de una elegante cena en una mansión de Hollywood, un famoso artista entretenía a sus invitados recitando textos de poetas. Al final de la velada aceptó una última petición. Un sacerdote mayor y algo tímido le preguntó si sabía el salmo 22. Sí, lo conozco pero lo diré con una condición que cuando yo termine lo diga usted también. El sacerdote se asustó pero aceptó.
Cuando el actor terminó: "El Señor es mi pastor nada me puede faltar"… los invitados aplaudieron a rabiar y luego empezó el sacerdote. Éste dijo las mismas palabras pero esta vez no hubo aplausos, sólo un emocionado silencio y alguna lágrima en los ojos.
El actor se quedó en silencio unos minutos y después se levantó:
- Señores y señoras, dijo, espero hayan comprendido lo que acaba de pasar aquí esta noche. Yo conozco las palabras del salmo, pero este sacerdote además conoce al pastor.

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