A
los jóvenes que venían a su escuela por primera vez, Rabí Bunam les contaba la
historia de Rabí Ezequías, hijo de Rabí Jekel de Cracovia. Después de pasar años
y años en medio de la pobreza y la miseria que, sin embargo, no le hicieron perder
la confianza en Dios, un día recibió en sueños la orden de ir a Praga para
buscar un tesoro bajo el puente que conduce al palacio real.
Al
principio no le hizo caso, pero cuando el sueño se repitió por tercera vez, Ezequías
se puso en camino y llegó a pie a Praga. Pero el puente estaba vigilado día y
noche por centinelas que hacían guardia y él no se atrevió a ponerse a excavar en
el sitio indicado. No obstante, volvía al puente todas las mañanas, dando vueltas
a su alrededor hasta la noche. Por fin un día, el capitán de la guardia real, que
había notado su continuo ir y venir en torno al puente, se le acercó y le
preguntó si había perdido algo o esperaba a alguien. Ezequías le contó el sueño
que lo había llevado hasta allí desde su lejano pueblo. El Capitán estalló en
carcajadas:
-
Pero infeliz, ¿por hacer caso de un sueño has venido andando desde tan lejos y estás
aquí perdiendo el tiempo? ¡¡Estás fresco si te fías de los sueños!! Entonces también
yo debería haberme puesto en camino y llegar hasta Cracovia, a casa de un
judío, un tal Ezequías, hijo de Jekel, para buscar un tesoro que tiene bajo su
chimenea... Ya ves, me vería dando vueltas por toda Cracovia, llamando a todas las
puertas y poniendo patas arriba todas las casas en una ciudad donde la mitad de
los judíos se llaman Ezequías y la otra mitad Jekel!! Y se echó a reír de
nuevo.
Ezequías
se despidió muy cortésmente y volvió a su casa lo más rápido que pudo... buscó
bajo la chimenea y encontró el Tesoro, lo desenterró y con él construyó la
sinagoga del pueblo...
Y
nosotros ¿dónde buscamos nuestros "Tesoros"? Párate a pensar, pues,
quizá, estás buscando a cientos de kilómetros algo que tienes muy cerquita...
en el interior de nuestra propia casa, bajo la chimenea... en nuestro interior,
ya que parece que los sueños... a veces, se cumplen.
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