lunes, 30 de marzo de 2020

La estrella y el pajarillo


Una vez un pajarillo voló tan alto que se hizo tarde en el camino y cuando miró a la tierra la vio tan lejos que le daba miedo. Lo vio todo negro y profundo, entonces decidió quedarse a dormir en una nube. Pero cuando anocheció en el cielo brilló una estrella y luego otra y otra, así fueron apareciendo muchas estrellas en el firmamento. Las vio tan cerca que se quedó maravillado de tanta luz, tanta que su rostro lo sintió todo iluminado.
“¡Que asombroso!” dijo el pajarillo. Se miraba las plumas y con el pico se las arreglaba, si todas parecían de plata y oro y se veía más hermoso, más brillante, hasta se olvidó que era de noche y empezó a cantar muy alegre. Entre las estrellas una lo miró con más atención, le parecía que le estaba cantando a ella y comenzó a mirarlo más y más hasta que se dio cuenta el pajarillo, porque su mirada era tan penetrante que entre todas pudo sentirla, y desde ese momento quedó prendado de ella.
Pero las horas pasaban. Al pajarillo le parecía que la noche no se acabaría nunca y comenzó un lindo romance con la estrella. Le contaba lo hermoso que era estar en el cielo, pero lo difícil era bajar a la tierra, y el pajarillo le contaba que igual le pasaba a él, y que él quería estar más cerca de ella porque, ahora que la conocía, sería muy triste separarse de ella. Que la extrañaría mucho, si dejara de verla de pena moriría, porque jamás la podrá olvidar y le dijo:
- “Si algún día no me vieras recuerda que en algún rincón del mundo está un ser que te quiso que te quiere y te querrá y que pase lo que pase jamás se olvidará de ti”.
La noche avanzaba y ellos, estando juntos, no se daban cuenta del tiempo, pero llegó lo que tenía que pasar, vino la madrugada y él y ella estaban tan emocionados de haberse conocido, aunque la desigualdad era mucha: él de la tierra y ella del cielo, pero en ese instante no notaban las diferencias.
Solo querían estar juntos conversando de muchas cosas y aunque estaban lejos, ellos no lo notaban, se veían a un paso una del otro, se podían decir todo lo que querían ya que les parecía estar muy cerca el uno del otro, entonces el pajarillo tuvo una idea: le propuso a ella que viniera a la nube, pero ella le dijo:
- “Eso es imposible, no puedo hacerlo, no puedo moverme hacia abajo, yo solo puedo rotar, nada más. Lo siento mucho” -y la estrella se puso a llorar.
Entonces el pajarillo al verla llorar le dijo:
- “Yo iré a ti si tú no puedes venir a mí”.
- “¡Harías eso por mí! ¿Serías capaz de volar hacia aquí?, pero sería una locura no lo hagas” -le dijo ella limpiando sus lágrimas porque veía que eso era imposible. Quiso evitarlo pero fue demasiado tarde.
- “Sí puedo hacerlo”
Y sin pensarlo dos veces, el pajarillo abrió sus alas y elevó el vuelo, pero no se pudo sostener en el aire, aunque la estrella abrió sus brazos para alcanzarlo.
Pero todo fue inútil, la gravedad no lo pudo contener y el pajarillo enamorado se dio varias vueltas de campana y sus alas no pudieron responder cayendo de cabeza a la tierra y de la fuerza del golpe quedó semienterrado y del triste pajarillo nadie se dio cuenta.
Pues su historia nadie la contó, hasta que hoy el lápiz y este blog la descubrieron.

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