domingo, 11 de febrero de 2024

Cuida de él

Una señora muy rica, visitó a las Misioneras de la Madre Teresa de Calcuta y ofreció un cheque con muchos ceros para ayudar a las obras que las monjas llevan a cabo.
Madre Teresa, en esta ocasión, no lo aceptó.
- “No dinero”, le dijo.
La señora insistía y le recordaba que era propietaria de muchos bienes.
- “No dinero”, le volvió a repetir.
La señora sorprendida y desconsolada le preguntó:
Y entonces ¿qué puedo hacer, cómo puedo ayudar?
Madre Teresa la cogió de la mano y la llevó dentro del refugio y le mostró un niño sucio y hambriento y le dijo cuide de él. La señora buscó agua y jabón y con mucha ternura lavó al niño, lo vistió y lo alimentó.
Aquel día, confesaba la señora, mi vida cambió. Comprendí que hay algo más que el dinero: la compasión y el contacto personal con las personas.

Madre Teresa recomienda que al final del día, al evaluar nuestra jornada, miremos nuestras manos y les preguntemos: ¿qué habéis hecho hoy? ¿Han tocado a alguien con la ternura de Jesús? ¿Tienen nuestras manos las huellas de Cristo?

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