domingo, 11 de febrero de 2024

Effetá

        José Mª Rodríguez Olaizola sj

Ruidos. Nos rodean. Nos envuelven. Nos aturden.
Tertulias, canciones, opiniones,
discursos, eslóganes. Anuncios, promesas,
noticias, debates, conversaciones.
Ruido, ruido incesante,
que termina atronando a base de exceso
hasta que las palabras ya no significan nada.
Mientras, como un rumor de fondo,
la Palabra trata de hacerse oír.
Habla de justicia, de amor verdadero,
de camino, verdad y vida.
Toca, Señor, nuestros oídos,
que se abran de nuevo al rumor de tu presencia.
Sé la Voz que grita, en el desierto de los indiferentes,
de los que están de vuelta, de los ensordecidos
Voz que despierta los anhelos más nobles
que llevamos escritos en la sangre y la entraña.

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