domingo, 28 de julio de 2019

¡A tiempo y a destiempo!

             J. Leoz

Elevaré mis ojos hacia el cielo buscando, lo que en la tierra,
los sentidos no me dejan ver o percibir con claridad: tu presencia, Señor.
Levantaré mis manos hacia Ti.
Abriré mi corazón y, con él, mis entrañas,
para que, en diálogo sincero contigo, me digas qué camino elegir,
por dónde y cuándo avanzar, de que equivocaciones retornar
y en qué he de cimentar mi vivir.
¡A tiempo y a destiempo!
Aunque, a primera vista no exista respuesta,
seguiré rezando y hablando contigo
Aunque, pasen los días, y las nubes sigan presentes.
Aunque, discurran las noches, y las estrellas no brillen.
Aunque, amanezca la aurora, y el rocío no me sorprenda.
Aunque pida calma, y las tormentas, asolen mi alma.
¡A tiempo y a destiempo!
Confiaré en Ti, Señor, porque eres palabra que nunca falla.
Eres tesoro y eres vida, eres ilusión y eres esperanza.
Eres futuro y eres presente.
Eres amigo que, en la oración, consuela, levanta,
anima, recompone, fortalece y se entrega.
Contigo, Señor, a tiempo y destiempo. Amén

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