Concédenos Señor un corazón sencillo,
que no ambicione más allá de lo que necesitamos
que sepa agradecer lo que ya tenemos,
lo que cada día nos regalas Tú y nuestros hermanos.
Confesamos que sólo Tú eres nuestro verdadero tesoro,
y en tus manos amorosas queremos vivir confiados.
Que no nos cansemos de vivir así,
buscando primero y ante todo el Reino.
Padre, que tu Espíritu nos haga parecernos cada vez más
a tu Hijo Jesús, que contigo vive y reina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario