Autor: Horacio Fontava
bríndame Madre la bendición.
Al mirar tus ojos mansos
nos sentimos comprendidos
y todo el que está perdido
encuentra en ti su descanso.
Tus brazos están abiertos
esperando con paciencia
hasta que tus hijos vuelvan
a cobijarse en tu pecho
Levanta Madre al caído
salva al enfermo y al niño,
y derrama tu cariño
sobre éste suelo querido.
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