viernes, 8 de julio de 2022

¡Esto es una injusticia!

El primer día de clase, el profesor de “Introducción al Derecho” entró al aula y lo primero que hizo fue pedir el nombre de un estudiante que estaba sentado en la primera fila:
- ¿Cuál es su nombre?
- Mi nombre es Nelson, Señor.
- ¡Fuera de mi clase y no vuelva nunca más! -gritó el maestro con tono desagradable.
Nelson estaba desconcertado. Cuando volvió en sí, se levantó recogió sus cosas y salió de la sala. Todo el mundo estaba asustado e indignado, pero nadie habló.
– ¡Muy bien! Vamos a empezar, dijo el profesor. ¿Para qué sirven las leyes?
Los estudiantes seguían asustados, pero poco a poco empezaron a responder a su pregunta:
– Para tener un orden en nuestra sociedad.
–¡No!, respondió el profesor.
– Para cumplirlas.
– ¡No!
– Para que las personas equivocadas paguen por sus acciones.
– ¡No! ¿Alguien sabe la respuesta a esta pregunta!
– Para que se haga justicia, dijo una muchacha con timidez.
– ¡Por fin! Es decir, por la justicia. Y ahora, ¿qué es la justicia?
Todos empezaron a incomodarse por la actitud tan apabullante del profesor. Sin embargo, continuaron respondiendo:
– A fin de salvaguardar los derechos humanos …
– Bien, ¿qué más?, preguntó el maestro.
– Para diferenciar el bien del mal, para recompensar a aquellos que hacen el bien.
– Ok, no está mal, pero respondan a esta pregunta: ¿Actué correctamente al expulsar a Nelson del aula?
Todos se quedaron en silencio, nadie respondió.
– ¡Quiero una respuesta por unanimidad!
– ¡No!, contestaron todos a una sola voz.
– ¿Se podría decir que he cometido una injusticia?
– ¡Sí!
– ¿Y por qué nadie hizo nada al respecto? ¿Para que queremos leyes y reglas, si no tenemos la voluntad necesaria para practicarlas? Cada uno de ustedes tiene la obligación de hablar cuando es testigo de una injusticia ¡No vuelvan a quedarse en silencio, nunca más! Ahora salgan a buscar a Nelson, dijo. Después de todo, él es su profesor, yo solo soy un estudiante de otro curso.

Aprendamos que cuando no defendemos nuestros derechos, se pierde la dignidad y la dignidad no puede ser negociada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario