Cántico, Isaías 12,1-6
Te doy gracias, Señor, porque estabas airado contra mí,
pero ha cesado tu ira y me has consolado.
Él es mi Dios y Salvador: confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación.
Y sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.
Aquel día diréis: «Dad gracias al Señor,
invocad su nombre, contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso.
Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra; gritad jubilosos, habitantes de Sión:
“Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel.”»
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