sábado, 7 de abril de 2018

Los erizos. Cuento de Convivencia

Durante la era glacial, muchos animales morían por causa del frío.
Los erizos, percibiendo esta situación, acordaron vivir juntos; así se daban abrigo y se protegían mutuamente.
Pero las espinas de cada uno herían a los vecinos más próximos, justamente a aquellos que les brindaban calor. Y por eso, se separaban unos de otros.
Pero volvieron a sentir frío y volvieron a juntarse, pero las púas les volvieron a pinchar y se separaron una vez más. Pero el frío era muy intenso y tuvieron que tomar una decisión: o desaparecían de la faz de la tierra, o aceptaban las espinas de sus vecinos.
Con sabiduría, decidieron volver a vivir juntos. Pero estando lo suficientemente cerca como para darse calor unos a otros y, a la vez, con una pequeña distancia para que las púas no les pincharan.
Aprendieron así a vivir con las pequeñas heridas que una relación muy cercana les podía ocasionar, porque lo realmente importante era el calor del otro. Y así sobrevivieron

Moraleja: La mejor relación no es aquella que une personas perfectas, es aquella donde cada uno acepta los defectos del otro y consigue perdón por los suyos propios. Donde el respeto es fundamental.

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