domingo, 9 de septiembre de 2018

Gracias por un nuevo día

Cada mañana, al despertar,
te ofrezco el nuevo día Padre Bueno,
y me entrego en tus manos con alegría y confianza
sabiendo y rezando desde adentro
que lo importante es buscar el Reino de Dios y su justicia;
lo demás, lo darás por añadidura.
Ayúdame a vivir este día abierto a las necesidades de los demás,
haciéndome prójimo de aquellos que necesitan
y se crucen en mi camino.
Dame un corazón abierto, sensible a los dolores y a los sufrimientos.
Que me comprometa, decidido, en la práctica del amor y la justicia.
Que cada nuevo día sea un paso adelante en el camino al Reino.
Que no se endurezca mi corazón con falsas justificaciones y prejuicios.
Que el consumismo y la indiferencia no ahoguen mis ganas
de servir a los demás en todo tiempo y en todo sitio.
Dame Señor tu mirada para que pueda ver claro
por donde pasa el Evangelio en nuestro tiempo.
Te doy gracias, Señor, por este nuevo día.
Acompáñame en cada momento, ayúdame a crecer en el amor
y la entrega a los demás. Ilumina mis decisiones
Abre mi corazón y mis manos
para que pueda transmitir tu gran amor a través
de gestos y actitudes de servicio generoso a mis hermanos.

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