jueves, 5 de noviembre de 2020

Mírame, Señor

Mírame Señor, no soy digno de que entres en mi casa,
háblame Señor, tu palabra bastará para sanarme, 
sáname Señor, tu conoces cuantas luchas en mis límites
De tu cuerpo brota sangre y agua viva, vas cayendo suavemente en mi interior 
te recibo con asombro y me conmuevo, Cristo vivo, 
Dios esta presente en mi pobre corazón. 
Mírame Señor, yo no sé confiar en medio de tormentas, 
llámame Señor, tú me alientas y camino sin temor, 
cuídame Señor, nadie más sostiene mi vida entregada, 
te suplico Dios, serte fiel hasta la Cruz y Cruz de amor. 
Te amaré Señor, aunque tenga que olvidarme de mi mismo, 
tomaré tu Cruz, seguiré tus pasos sin mirar atrás, 
sonreiré Señor, aunque todo fracasara y quede solo, 
y si estoy muy mal, tu palabra ardiente me liberará. 
Lavaré Señor, mis vestidos en tu sangre de cordero, 
cantaré Señor, y tu fuego abrazará mi corazón, 
me aliviarás Señor con el paso de tu cuerpo en mis entrañas, 
te bendeciré contemplando el crecimiento que anide.

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