martes, 3 de noviembre de 2020

Salmo de abandono

Quiero, Señor, en tus manos grandes, 
dejarme moldear como arcilla cremosa, 
dejarme abandonar en el amor. 
Haz, Señor, que en este día sienta que tú eres mi fortaleza, 
mi refugio en los momentos de peligro. 
Quiero vivir como un niño en brazos de su madre. 
Cobijado como el polluelo bajo las alas de su madre. 
Déjame, Señor, que de verdad crea que tú eres mi Padre, 
que me cuidas más que al pájaro y la rosa. 
Déjame acurrucarme en la noche, en la ternura de tu inmenso cariño. 
Descúbreme que tú eres mi salida, mi marcha sin retorno, 
lo mejor que me ha ocurrido en mi vida. 
Quiero. en medio de la tarde que cae, 
sentirme libre como el pájaro que vuelve al nido. 
Quiero dejarme en tus manos, 
abandonado de todas las preocupaciones, 
con el gozo de que tú me sostienes. 
Quiero abandonarme, pues sé que tú no fallas, 
eres la fidelidad a la cita, el gozo en medio del llanto, 
la paz cuando están cayendo las bombas, 
la alegría que nadie me podrá arrebatar. 
Tú eres mi confianza, pues todo lo que me ocurre 
sé que está pesado en la balanza del amor. Amén 

Hoy, en la fiesta de san Martín de Porres, nuestra oración es por las muchas personas que limpian los hospitales, las calles, que vacían los cubos de basura, que van por las casas para llevarse la basura: un trabajo que nadie ve, pero es un trabajo que es necesario para sobrevivir. Que el Señor los bendiga, los ayude. (Papa Francisco)

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