viernes, 2 de septiembre de 2022

El samurái y su perro

Había una vez un samurái que tenía la costumbre de pasear con su perro al que estimaba mucho.
Un día, su perro se alejó de él y jugueteaba con las hojas que caían de los árboles. Pero, grande fue la sorpresa del samurái, cuando de repente su perro se lanzó corriendo contra él con aire fiero y muchos deseos de morder.
El samurái, que estaba bien entrenado, desenvainó su espada y justo cuando el perro saltó le cortó la cabeza.
El samurái no entendió por qué de repente su fiel perro se puso en contra suya.
Entonces, al mover la cabeza y vio como una serpiente, que estaba en una rama y se estaba acercando peligrosamente a él. Cuando el samurái comprendió que lo que intentaba su perro era salvarle y no lastimarle, lloró amargamente.
Fue entonces cuando recordó una vieja enseñanza de su maestro: “El sentido de una acción no siempre es fácil de interpretar. Por eso, antes de desenvainar tu espada, asegúrate que esa es tu única opción”.

Moraleja: Las cosas no siempre son como las piensas, no permitas que tus pensamientos te hagan perder la cabeza.

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