martes, 28 de agosto de 2018

¡Disfruta tu café!

Un grupo de profesionales, todos triunfadores en sus respectivas carreras, se juntó para visitar a su antiguo profesor. Pronto la charla derivó en quejas, acerca del 'stress' que les producía el trabajo y la vida en general.
El profesor les ofreció café, fue a la cocina y pronto regresó con una cafetera grande y una selección de tazas de lo más variada: de porcelana, plástico, vidrio, cristal, unas sencillas y baratas, otras decoradas, unas caras, otras realmente exquisitas. Tranquilamente les dijo que escogieran una taza y se sirvieran un poco del café, recién preparado.
Cuando lo hubieron hecho, el viejo maestro se aclaró la garganta y, con mucha calma y paciencia, se dirigió al grupo:
- “Se habrán dado cuenta de que todas las tazas que son más bonitas se terminaron primero y han quedado pocas, las más sencillas y baratas; lo que es natural, ya que cada quien prefiere, lo mejor para sí mismo. Ésa es realmente la causa de muchos de sus problemas relativos al stress. Les aseguro que la taza no le añade calidad al café. En verdad la taza solamente disfraza o reviste lo que bebemos. Lo que ustedes querían era el café, no la taza, pero instintivamente buscaron las mejores. Después se pusieron a mirar... las tazas, de los demás.”
Y continuó diciendo:
- “Ahora piensen en esto: La vida es el café. Los trabajos, el dinero, la posición social, etc. son meras tazas, que le dan forma y soporte a la vida y el tipo de taza que tengamos no define ni cambia realmente la calidad de vida que llevemos. A menudo, por concentrarnos sólo en la taza dejamos de disfrutar el café. La gente más feliz no es la que tiene lo mejor de todo, sino ¡la que hace lo mejor con lo que tiene! Y recuerden que: la persona más rica no es la que tiene más, sino la que menos necesita.”
¡Disfruta tu café!

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