martes, 26 de julio de 2022

Cuando los padres envejecen

Déjalos envejecer con el mismo amor que ellos te dejaron crecer...
déjalos hablar y contar repetidas veces las mismas historias
con la misma paciencia e interés que ellos escucharon las tuyas cuando eras niño...
déjalos vencer, como tantas veces ellos te dejaron ganar....
déjalos disfrutar de sus amigos, de las charlas con sus nietos...
déjalos gozar viviendo entre los objetos que lo han acompañado por mucho tiempo,
pues sufren sintiendo que le arrancas pedazos de su vida...
déjalos equivocarse, como tantas veces te has equivocado tu...
Déjalos vivir y procura hacerlos felices
el último tramo del camino que les falta por recorrer,
del mismo modo que ellos te dieron su mano cuando iniciabas el tuyo.

AÚN PUEDO HIJO...
Llévame a la calle, hijo, que aún tengo buenas piernas; a caminar sin rumbo fijo contigo no me sentiré vieja...
Invítame a tu casa, hijo, a compartir tu mesa y sentirme acompañada...
Háblame con cariño, hijo, no te alteres; los viejos somos como niños nos gusta que nos mimen, nos sonrían sin desaire...
Festeja mis ocurrencias, no critiques mis locuras; trataré de ser valiente aunque surjan amarguras...
No me alejes de tu lado, no me hables enfadado; tengo aún mi mente clara, los recuerdos son de antaño...
Ven a verme a casa, hijo, yo no te pediré nada; solamente tu presencia y contemplar tu cara...
No me dejes triste y sola, no me metas a la cama; los doctores se equivocan, el dolor está en el alma....

No hay comentarios:

Publicar un comentario