domingo, 5 de marzo de 2017

¡Apártame, Señor!

J. Leoz

Quiero jugar en terreno limpio y sin piedra.
Recorrer aquellos caminos que no conducen a peligro alguno.
Disfrutar de aquellos valles que no sean excesivamente profundos.
Más, Tú, Señor, con o sin mi permiso, te lo digo:
¡APÁRTAME, SEÑOR!
No me dejes en la tentación de lo fácil.
No dejes que, mi vida, sea un trayecto de mínimos.
No permitas que, ante las dificultades,
me repliegue por cobardía, el qué dirán o vergüenza.
¡APÁRTAME, SEÑOR!
Porque Tú lo sabes, aspiro a tener,
aunque mil veces te diga que lo importante es “ser”
Porque disfruto recibiendo más que ofreciendo.
Porque, el ser perdonado, siempre me resulta más gratificante
y hasta menos duro ante los ojos de los demás
que, ir por ahí, yo perdonando.
¡APÁRTAME, SEÑOR!
Llévame a un lugar donde pueda estar conmigo mismo.
Donde Tú puedas habitar conmigo.
En el que, cara a cara, puedas colocar a Dios
con la misma fuerza, que Tú lo tienes clavado en tu corazón.
¡APARTAME, SEÑOR!
Porque tengo miedo a dejarme llevar
por la corriente del “todo vale”
Porque tengo miedo a perder de vista
el horizonte donde la bandera de la Pascua ondea.
Porque, simplemente Señor,
pocos me hablan de Ti… y muchos dicen no conocerte.
¡APÁRTAME, Y LLÉVAME A TI, SEÑOR!

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