viernes, 19 de enero de 2018

El faro

Arturo Quirós Lépiz

Esta noche estoy en mi cuarto, sintiéndome solo y triste.
Me parece que tanto se ha alejado mi barco de la orilla
que ya no podré volver al faro, que ahora se ve lejano e inalcanzable.
Siento como los vientos soplan fuerte, y me tratan de alejar de mi refugio.
Las penas, el trabajo y la soledad me alejan de mi Señor.
Pero hoy quiero pelear, y ya no me quiero ocultar,
lucharé y remaré, y mi meta prometida alcanzaré
pues no estoy solo ahora en este mar, me acompaña el Capitán.
Aquel que dio vista al ciego, voz al callado, alegría al triste.
El mismo que ordena a la tormenta "¡SILENCIO!" y ésta le obedece.
Esta noche levanto mi voz a ti Señor,
y para hacer valer tu sacrificio te entrego hoy todo este suplicio.
Sopla en mi Señor tu espíritu, y llévame hacia ti,
pues ya no quiero naufragar en este mar,
y quiero por siempre contigo estar.
De esta forma hoy, gracias a tu misericordia puedo ver tu luz
y emprender mi camino hacia el faro que eres tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario