domingo, 21 de enero de 2018

Soy tú

 Cuentos Clásicos de la India

Era un discípulo honesto. Moraba en su corazón el afán de perfeccionamiento. Un atardecer, cuando las chicharras quebraban el silencio de la tarde, acudió a la modesta casita de un monje y llamó a la puerta.
– ¿Quién es? -preguntó el monje.
– Soy yo, respetado maestro. He venido para que me proporciones instrucción espiritual.
– No estás lo suficientemente maduro -replicó el monje sin abrir la puerta-. Retírate un año a una cueva y medita. Medita sin descanso. Luego, regresa y te daré instrucción.
Al principio, el discípulo se desanimó, pero era un verdadero buscador, de esos que no ceden en su empeño y rastrean la verdad aun a riesgo de su vida. Así que obedeció al monje.
Buscó una cueva en la falda de la montaña y durante un año se sumió en meditación profunda. Aprendió a estar consigo mismo; se ejercitó en el Ser. Sobrevinieron las lluvias del monzón. Por ellas supo el discípulo que había transcurrido un año desde que llegara a la cueva. Abandonó la misma y se puso en marcha hacia la casita del maestro. Llamó a la puerta.
– ¿Quién es? -preguntó el monje.
– Soy tú -repuso el discípulo.
– Si es así -dijo el monje -, entra. No había lugar en esta casa para dos yoes.

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