viernes, 26 de enero de 2018

¿Por qué no confías?

Un joven muchacho estaba a punto de graduarse en Bachillerato, hacia muchos meses que admiraba un hermoso coche deportivo en una agencia de coches. Sabiendo que su padre podría comprárselo le dijo que ese coche era todo lo que quería. Conforme se acercaba el día de Graduación, el joven esperaba ver alguna señal de que su padre hubiese comprado el coche. Finalmente, la mañana del día de la Graduación, su padre le llamó a su despacho. Le dijo lo orgulloso que se sentía de tener un hijo tan bueno y lo mucho que lo quería. El padre tenía en sus manos una hermosa caja de regalo.
Curioso, y un tanto decepcionado, el joven abrió la caja y lo que encontró fue una hermosa Biblia de cubiertas de piel y con su nombre escrito con letras de oro. Enfadado le gritó a su padre diciendo:
- Con todo el dinero que tienes, y lo único que me das es esta Biblia. Y, dando un portazo, salió de casa.
Pasaron muchos años y el joven se convirtió en un exitoso hombre de negocios. Tenía una hermosa casa y una buena familia, pero cuando supo que su padre, que ya era anciano, estaba muy enfermo, pensó en visitarlo. No lo había vuelto a ver desde el día de su Graduación. Antes que pudiera ir a verlo, recibió un telegrama informando que su padre había muerto, y le había hecho heredero de todas sus posesiones, por lo que necesitaba urgentemente ir a casa de su padre para arreglar todos los trámites.
Cuando llegó a casa de su padre, la tristeza y el arrepentimiento llenaron su corazón. Empezó a ver todos los documentos importantes que su padre tenía y encontró la Biblia que en aquella ocasión su padre le había dado. Con lágrimas en los ojos, la abrió y empezó a hojear sus páginas. Su padre cuidadosamente había subrayado un verso en Mateo 7:11 “Y si vosotros siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, cuanto más nuestro Padre Celestial dará a sus hijos aquello que le pidan”
Mientras leía esas palabras, unas llaves de coche cayeron de la Biblia. Tenían una tarjeta de la agencia de coches donde había visto ese coche deportivo que había deseado tanto. En la tarjeta estaba la fecha del día de su graduación y las palabras: PAGADO, pasa a recogerlo.

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