jueves, 22 de marzo de 2018

Ayúdame a mirar como Tú, Señor

A no dejarme llevar por mis juicios, interesados, duros y excesivamente crueles.
A observar, no tanto los aspectos negativos, cuanto la bondad y lo noble de los que me rodean.
Ayúdame a mirar como Tú, Señor.
A no conspirar ni levantar castillos en las ruinas sufrientes de tantos hermanos.
A no señalar defectos e historias pasadas que, sólo sirven para causar sensación o daño.
Ayúdame a mirar como Tú, Señor.
A ver el lado bueno de las personas. A no recrearme con el sufrimiento ajeno.
A no ser altavoz de calumnias y mentiras. A ser humano y no jugar a ser juez.
Ayúdame a mirar como Tú, Señor.
A no manipular ni airear las cruces de las personas que las soportan.
A no enjuiciar ni condenar los defectos de tantos próximos a mi vida.
A no hacer estandarte ni burla de los que están hundidos en sus miserias.
Ayúdame a mirar como Tú, Señor
Para que, frente a la mentira, reine la verdad.
Para que, frente a la condena, brille tu misericordia.
Para que, frente a la burla, salga la comprensión.
Para que, frente a la humillación, despunte la bondad.

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