lunes, 12 de octubre de 2020

Madre de los días inciertos

                         José Mª Rodríguez Olaizola 

Cuando muerda el frío, ateridos, inseguros, 
anhelando la hoguera y sintiendo temor, 
siéntate con nosotros, madre, en el hogar. 
Cuéntanos la historia de una muchacha 
que no temió la llamada que cambiaba todo. 
Háblanos de aquel «Hágase» 
que abría la puerta sellada del perdón y la esperanza. 
Y de los días inciertos, de las miradas difíciles, 
de las dudas, tan humanas. 
Evoca, para nosotros, aquella intemperie 
que fue cuna de la Vida. 
Enséñanos tú, maestra del silencio, 
a guardar en el corazón las respuestas intuidas 
que germinan en fe inquebrantable. 
Hasta la cruz. Y más allá. 
Cuando muerda el frío, envuélvenos, Señora, con tu manto 


La oración del “hágase” 
Hágase en mí tu presencia 
Hágase en mí tu amor 
Hágase en mí tu ternura 
Hágase en mí tu fuerza 
Hágase en mí tu humildad 
Hágase en mí tu dolor 
La oración es pedir pero sobre todo acoger como María. 
Es un estar en la presencia de Dios 
con la disponibilidad del corazón y de la voluntad 
para dejarse hacer por Él, dejarse caminar por su Palabra, 
y dejarse amar por el Espíritu de Amor.

1 comentario: