martes, 28 de junio de 2022

Un pedazo de pastel

Una joven le cuenta a su madre cómo todo le ha salido mal ese día. No le salió bien el examen de Matemáticas, su novio decidió terminar con ella y su mejor amiga está de viaje en otra ciudad.
En horas de amargura, una madre sabe qué puede hacer para que su hija se sienta mejor. Pensó en preparar un sabroso pastel en aquel momento tan difícil, abrazó a su hija y la llevó a la cocina, consiguiendo arrancar de su rostro una sonrisa.
La madre preparó los utensilios e ingredientes que usaría, los colocó en la mesa y preguntó a su hija:
- Querida, ¿quieres un pedazo de pastel?
- ¡¡Claro Ma!! ¡¡Sabes que me encanta el pastel!!
- Está bien, respondió la madre. ¡Bebe un poco de ese aceite!
Asustada, la hija respondió:
- ¿Cómo dices? ¡¡¡Jamás!!!
- ¿Que tal si te comes un huevo crudo?
- ¡Nunca, Madre!
- ¿Quieres comer un poco de harina de trigo o bicarbonato de sodio?
- Madre, eso no me agrada, ¡me daría dolor de estómago!
La madre le respondió:
- Es verdad, todas esas cosas están crudas y separadas saben mal... Pero cuando las colocamos juntas, en su justa medida... ¡Forman un delicioso pastel!

Dios trabaja de forma similar. La gente se pregunta, ¿por qué Él permite que pasemos por momentos difíciles? ¿No sabes que cuando El deja que todas esas cosas sigan un orden siempre será para hacer una obra perfecta en nuestra vida?
¡No te conformes con ingredientes crudos, deja todo en sus manos y se volverán en algo fantástico!

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