lunes, 14 de enero de 2019

Aparente silencio

Señor, tanto si me respondes, o no lo haces,
seguiré invocándote, invocándote sin cesar,
bajo los cielos de mi reiterativa oración.
Tanto si vienes, como si no te siento,
confiaré en que te acercas cada vez más a mí
en cuanto perciba un gesto de amor al corazón.
Tanto si hablas, como si no,
no me cansaré de implorarte.
Aunque no me des la respuesta que espero,
no dudaré de que, de un modo u otro,
te estarás dirigiéndote a mí.
En la oscuridad más profunda de mi oración
sabré que juego al escondite contigo.
Y en medio de la danza de mi vida, de la enfermedad
y de la muerte, sé que si sigo invocándote,
sin caer en la desconfianza por tu aparente silencio,
me regalarás la respuesta.
Que así sea!

No hay comentarios:

Publicar un comentario