miércoles, 30 de junio de 2021

En busca de Dios

¡Te necesito, Señor! porque sin Ti mi vida se seca.
Quiero encontrarte en la oración,
en tu presencia inconfundible durante esos momentos
en los que el silencio se sitúa de frente a mí, ante Ti.
¡Quiero buscarte!
Quiero encontrarte dando la vida a la naturaleza que Tú has creado;
en la transparencia del horizonte lejano desde un cerro,
y en la profundidad de un bosque que protege con sus hojas
los latidos escondidos de todos sus inquilinos.
¡Deseo sentirte alrededor!
Quiero encontrarte en tus sacramentos,
en el reencuentro con tu perdón, en la escucha de tu palabra,
en el misterio de tu cotidiana entrega radical.
Necesito sentirte dentro!
Quiero encontrarte en el rostro de la hombres y mujeres,
en la convivencia con mis hermanos;
en la necesidad del pobre y en el amor de mis amigos;
en la sonrisa de un niño y en el ruido de la muchedumbre.
¡Tengo que verte!
Quiero encontrarte en la pobreza de mi ser,
en las capacidades que me has dado,
en los deseos y sentimientos que fluyen en mi,
en mi trabajo y mi descanso y, un día, en la debilidad de mi vida,
cuando me acerque a las puertas del encuentro cara a cara contigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario