El hombre se dirige al otro hombre y le dice:
- Disculpe señor, pero ¿cree usted que de verdad su difunto se comerá el arroz?
- ¡¡¡Claro que sí!!! -le respondió-, cuando el suyo venga a oler sus flores.
MORALEJA: Respetar las acciones del otro, es una de las mayores virtudes que un ser humano puede tener.
Las personas somos diferentes, actuamos diferente, y pensamos diferente. No juzguemos.
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