domingo, 20 de febrero de 2022

Si te hiciéramos caso, Jesús

                    Mari Patxi Ayerra

Si adoptáramos tu forma de vivir, Jesús, todo sería distinto.
Comenzaríamos queriéndonos a nosotros mismos,
con ese amor ciego con que Dios nos quiere.
Creeríamos en nuestras posibilidades y potencias interiores
y pondríamos en marcha todos nuestros recursos.
Querríamos también a todas las personas,
descubriríamos el valor oculto que todas poseen
y la gran obra que el Señor ha creado en cada uno.
Amaríamos a nuestros enemigos
y a todos los que nos han hecho daño,
porque perdonaríamos como Tú, Padre,
hasta setenta veces siete, es decir, siempre y todo,
limpiando nuestra mente de memorias y resentimientos.
Tendríamos un corazón compasivo y misericordioso como el tuyo,
sensible al dolor del hermano, atento a sus necesidades.
No perderíamos el tiempo en difamaciones ni juicios ajenos,
sino que disculparíamos siempre y entenderíamos todo.
Viviríamos el Amor en todo momento y relación,
siendo provocadores de encuentros, de amistad,
de compañerismo y de fraternidad alrededor.
Si viviéramos como nos enseñaste, Jesús,
no andaríamos nunca preocupados ni agobiados,
nos dejaríamos sosegar por Ti
y elegiríamos siempre de la vida la mejor parte,
que es la de gozar la vida con tu compañía,
tu impulso y tu Espíritu. Gracias, Señor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario