jueves, 15 de septiembre de 2022

Leyenda Lazos de amor


Cuenta la historia; que muchos, muchos años atrás; en la época de castillos y caballeros.
Cuando la primavera comenzaba a asomarse, la princesa Oralis; hija del rey Ian de Carvun y la reina Klarion; caminaba por los jardines del palacio.
Se encontró, con Philip, el hijo menor del jardinero. Inmediatamente, simpatizaron y comenzaron una buena amistad. Los paseos de la princesa, al jardín y al bosque y sus encuentros, con Philip, se hicieron cada vez más frecuentes, hasta que se dieron cuenta de que se habían enamorado perdidamente.
El joven Philip se armó de coraje y a pesar de los consejos de sus padres para que se alejara de la princesa, fue a hablar con el rey Ian, para pedirle la mano de su hija Oralis.
El rey enfureció ya que no entendía como un joven tan humilde hubiera tenido la insolencia de pedir la mano de su hija en matrimonio. Ordenó a sus guardias que encarcelaran al muchacho en la torre del castillo hasta que su hija se olvidara de él y se casara con un príncipe, digno de su estirpe.
Llena de tristeza la princesa Oralis, lejos de olvidarse de Philip, siguió visitando los jardines del palacio y el bosque, a diario.
Una mañana; en una vasija que pudo sacar de la cocina; colocó tierra del bosque donde había pasado, junto a su enamorado, los más dulces y hermosos momentos que ella pudiera recordar. Plantó una semilla de una planta silvestre, que a los dos les gustaba y cerrando los ojos, pidió a los dioses que la unieran nuevamente a su amado.
Esa noche, cuando todos dormían, subió a la torre y con lágrimas en los ojos, le pidió al guardia que le diera esa planta a Philip cuando él despertara la mañana siguiente.
El guardia, conmovido por el sincero y profundo amor que reflejaba el rostro de Oralis, accedió a entregar la planta.
Cuando Philip recibió el regalo, supo que era de Oralis y ayudado por el guardia, cuidó de la planta y la puso en el borde de un ventanuco, para que recibiera sol.
Dicen que la planta, alimentada por el amor de los jóvenes, extendió sus hojas y crecieron fuertes guías hasta casi tocar la tierra, como intentando unir esos corazones.
Una madrugada, ayudado por el guardia, Philip escapó de torre descolgándose por la planta, que parecía haberse vuelto más fuerte para ayudar a unirse a los jóvenes.
Esperó a Oralis cerca del lago donde solían encontrarse y juntos, huyeron a un lugar lejano y fueron inmensamente felices.
El guardia, conservó la planta de Philip y Oralis, a la que llamó "lazo de amor", y dice la leyenda que desde ese entonces, cuando haya un corazón herido por amor, éste, se sanará plantando y cuidando una semilla de "lazo de amor."

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