sábado, 4 de febrero de 2023

Estar en la iglesia

Un joven llega al cura y dice:
- Padre ya no volveré a ir a la Iglesia!
El sacerdote respondió: - Pero por qué?
- ¡Oh! -contestó el joven-. Veo que uno habla mal de otro; hay lectores que no leen bien; el grupo de canto desafinan cantando; hay personas que durante las Misas están mirando el móvil, otros no paran de hablar durante las celebraciones. Estas son algunas cosas malas que veo hacer en la iglesia.
- Bien -le dice el cura-. Pero antes quiero que me hagas un favor: toma un vaso lleno de agua y da tres vueltas por la iglesia sin derramar una gota de agua en el suelo. Después de eso, puedes irte de la iglesia.
El joven pensó: ¡eso es muy fácil!
Y dio las tres vueltas como le pidió el sacerdote. Cuando terminó dijo:
- Listo, padre, ya lo he hecho.
- Cuando estabas dando vueltas, -le respondió el sacerdote- ¿viste a alguno de los que estaban en la iglesia hablar mal de otro?
El joven: - No
- ¿Viste a la gente quejarse de los demás?
El joven: - No
- ¿Viste a alguien mirando su teléfono móvil?
El joven: - No
- ¿Sabes por qué?, estabas concentrado en el vaso para no derramar el agua. Lo mismo pasa en nuestra vida. Cuando nuestro foco sea nuestro Señor Jesucristo, no tendremos tiempo de ver los errores de la gente.

Quien se va de la iglesia por causa de la gente, ¡¡nunca estuvo en ella por causa de Jesús!!

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