miércoles, 9 de agosto de 2023

Matrimonio por un caramelo

- Tu abuelo me propuso matrimonio con un caramelo. No teníamos nada, se arrodilló y me dijo: No tengo nada ahora, solo un caramelo, pero si quieres podemos construirlo todo juntos.
- ¿Y tú qué hiciste?
- Abrí el caramelo, lo partí en dos y nos lo comimos. Desde ese momento dividimos y compartimos todo. Nos caímos, nos levantamos y construimos.
Todo juntos. Hemos vivido momentos difíciles, de cansancio, pero siempre hemos estado el uno para el otro. Hasta el último
- Es que eran otros tiempos, abuela
- El tiempo no cambia la forma de amar. Lo que ha cambiado es que ya no tienes ejemplos bonitos a seguir. Ahora tienen miedo a todo. No se casan por miedo a no poder construir. En cuanto pelean se separan porque luego creen que van a encontrar uno o una mejor. Siempre buscan la perfección, como si existiera en alguien.
Extrañáis la felicidad de las pequeñas cosas. Hacéis una gran demostración, compráis anillos de miles de euros, grabáis un video exagerado para las propuestas de matrimonio y luego os perdéis el momento. Esa intimidad que guardas solo para los dos toda la vida.
Esto es lo que os falta. El coraje de vivir la vida y el amor por lo que sois y no por como lo imagináis. Querida nieta, os falta un caramelo y 71 años juntos.

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