viernes, 8 de marzo de 2024

Me pongo en tus manos, Padre

Padre bueno,
nos ponemos en tus manos en esta Cuaresma,
para que hagas de nosotros lo que tú quieras
tú sabes lo que más nos conviene y necesitamos;
sea lo que sea, te damos las gracias
por este tiempo cargado de oportunidades,
de posibilidades de liberación, de misericordia y de perdón,
por este tiempo de llamadas de atención y de proyectos.
Queremos aceptar todo lo que venga de ti
con tal de que se cumpla en cada uno de nosotros,
en nuestras comunidades cristianas y en todas tus criaturas, tu voluntad.
No deseamos nada más, Padre.
Te confiamos nuestro corazón y nuestras manos
y nos comprometemos a ayunar de nuestros excesos
que nos hacen tan insolidarios;
a orar para poder mirar la vida y las cosas más allá de nosotros mismos;
a hacer limosna, es decir, a gritar que nada es “mío”
porque lo nuestro es la fraternidad.
Padre, nos ponemos en tus manos sin medida,
con infinita confianza: acompaña nuestro discernimiento,
cólmanos de esperanza, muéstranos tu misericordia
y acógenos sin reservas porque Tú eres nuestro Padre. Amén

No hay comentarios:

Publicar un comentario