domingo, 4 de agosto de 2024

Muñecas en lugar de enfados

El anciano y la anciana llevaban casados más de 50 años. Nunca tuvieron secretos el uno para el otro, pero había una cosa que la mujer le pidió a su esposo: nunca mirar en la vieja caja de zapatos que guardaba en el estante superior en su armario.
El esposo ni siquiera llegó a preguntar acerca de la caja misteriosa… pero una vez, cuando su esposa enfermó y estando en el hospital, decidió contarle al viejo su secreto y le pidió que llevara la caja allí.
El anciano fue a casa, tomó la caja y la abrió. Dentro había dos muñecas hechas a mano y también 20.000 € atados con una simple goma.
— Pero… ¿por qué? ¿De qué manera?, preguntó tartamudeando, el sorprendido esposo.
— Antes de que nos casáramos... – comenzó a contar la mujer– mi abuela me contó el secreto para tener un matrimonio feliz y sin peleas. Ella me aconsejó que, si yo me enfadaba contigo, no tenía que gritarte ni pelear, sino callarme y coser una muñeca. Eso me ayudaría a tranquilizarme.
El anciano estaba conmovido. En la caja solamente había dos muñecas cosidas… parece ser que ella se había enfadado con él solamente dos veces durante tantos años de matrimonio.
Él se acercó a ella, la abrazó y la besó y le preguntó a su esposa
— Pero dime, ¿de dónde sacaste tanto dinero?
— Ahhh… ¿tú preguntas sobre eso? -dijo ella con una sonrisa- este es el dinero que gané vendiendo las muñecas.

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