domingo, 6 de agosto de 2017

El Muro

Las apariencias engañan, tengamos siempre confianza en Dios.
Dicen que una vez un hombre era perseguido por varios malhechores que querían matarlo. El hombre entró en una cueva. Los malhechores empezaron a buscarlo por las cuevas anteriores de la que él se encontraba. Desesperado dirigió una plegaria a Dios de la siguiente manera:
"Dios todopoderoso, haz que dos ángeles bajen y tapen la entrada para que no entren a matarme". 
En ese momento escuchó a los hombres acercándose a la cueva en la que él se encontraba, y vio que apareció una arañita. La arañita empezó a tejer una telaraña en la entrada. El hombre volvió a elevar otra plegaria, esta vez más angustiado:
"Señor, te pedí ángeles, no una araña." Y continuó: "Señor, por favor, con tu mano poderosa coloca un muro fuerte en la entrada para que los hombres no puedan entrar a matarme". 
Abrió los ojos esperando ver el muro tapando la entrada, y observó a la arañita tejiendo la telaraña. Estaban ya los malhechores entrando en la cueva en la que se encontraba el hombre y éste quedó esperando su muerte. Cuando los malhechores se disponían entrar a la cueva la arañita ya había tapado toda la entrada, entonces se escuchó esta conversación entre dos malhechores:
- "Vamos, entremos a esta cueva." 
- "No. ¿No ves que hasta hay telarañas?, nadie ha entrado en ésta hace mucho tiempo."

No hay comentarios:

Publicar un comentario