sábado, 10 de febrero de 2018

La Chismosa y la gallina

Juan Jaúregui

A una mujer que se confesaba frecuentemente de hablar mal de los demás, san Felipe Neri le preguntó:
- ¿Te sucede con frecuencia hablar mal del prójimo?
- Muy a menudo, padre -responde la penitente-.
- Hija, creo que no te das cuenta de lo que haces. Es necesario que hagas penitencia. Te voy a decir lo que tienes que hacer: mata una gallina y tráemela enseguida, desplumándola por el camino desde tu casa hasta aquí.
La mujer obedeció, y se presentó ante santo con la gallina desplumada.
- Ahora –le dijo Felipe-, regresa por el mismo camino que viniste y recoge una por una las plumas de la gallina...
- Pero eso es imposible, padre –rebatió la mujer-, con el viento que hace hoy no podré encontrar más que unas pocas.
- También yo lo sé –concluyó el santo-, pero he querido hacerte comprender que si no puedes recoger las plumas de una gallina, desparramadas por el viento, tampoco puedes recoger todas las calumnias levantadas y dichas de mucha gente y en perjuicio de tu prójimo.



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