martes, 20 de febrero de 2018

Tesoro bajo tierra

   Arturo Quirós Lépiz
Un labrador mientras trabajaba con el arado en el campo, oyó un ruido bajo la rueda del rastrillo de su arado. Miró con curiosidad y descubrió en el surco un cofre lleno de monedas de oro.
- ¡Qué suerte! Lo sacó y lo enterró profundamente en el jardín de su casa.
- "¿Qué hacer con eso?" se preguntó.
Se imaginó todo lo que podría comprar y finalmente decidió mantenerlo enterrado.
Este cofre lleno de monedas de oro sería su seguridad en caso de un año escaso en las cosechas. Y tal seguridad cambió su carácter: de precavido en exceso llegó a ser relajado, de gruñón pasó a ser agradable y eliminó su intolerancia. De hecho, llevó una vida hermosa y feliz, sabiendo que aunque llegaran tiempos duros, podría hacerles frente.
Sus últimas horas llegaron y antes de morir, reunió a sus hijos y les reveló su secreto. Murió instantes después.
Días después, sus hijos cavaron en el lugar indicado, encontraron el cofre, pero ¡qué sorpresa, estaba vacío! Pues las monedas habían sido robadas al labrador desde hace más de diez años.

Cuántas veces en nuestras vidas dependemos de lo material para tener un buen semblante, cuando la vida es muchísimo más que eso. De esta forma perdemos tiempo, alegría y vida con nuestros seres queridos al ponerlo todo en función de las cosas materiales que tenemos.

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