miércoles, 20 de febrero de 2019

Enseñanzas que te ofrece la vida: Siempre recuerda aquellos a quienes sirves


En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó a una mesa. La camarera puso un vaso de agua frente a él.
- "¿Cuánto cuesta un helado de chocolate con almendras?" pregunto el niño.
- "Cincuenta centavos", respondió la camarera.
El niño sacó su mano de su bolsillo y examinó un número de monedas.
- "¿Cuánto cuesta un helado solo?", volvió a preguntar.
Algunas personas estaban esperando una mesa y la camarera ya estaba un poco impaciente.
- "Treinta y cinco centavos", dijo ella bruscamente.
El niño volvió a contar las monedas. "Quiero el helado solo", dijo el niño.
La camarera le trajo el helado, y puso la cuenta en la mesa y se fue.
El niño terminó el helado, pagó y se fue. Cuando la camarera volvió a limpiar la mesa le costó tragar saliva con lo que vio. Allí, puesto ordenadamente junto al plato vacío, había los treinta y cinco centavos y veinticinco más... su propina.
Jamás juzgues a alguien antes de tiempo.

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