viernes, 22 de febrero de 2019

Enseñanzas que te ofrece la vida: Donando sangre


Hace muchos años, cuando trabajaba como voluntario en un Hospital de Stanford, conocí a una niña llamada Liz quien sufría una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, que había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla. El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana. Yo lo vi dudar por un momento antes de dar un profundo suspiro y decir:
- "Sí, lo haré, si eso salva a Liz."
Mientras la transfusión continuaba, él estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, y sonriente mientras nosotros lo asistíamos a él y a su hermana, viendo retornar el color a las mejillas de la niña. Entonces la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció. Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa:
- "Doctor, quiere decirme ¿a qué hora empezaré a morirme?"
Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor; él pensaba que le daría toda su sangre a su hermana. Y aun así se la daba.
Da todo por quien ames. / Ama como nunca has querido. / No desprecies la amistad de tus amigos.
Vive cada día con fe, amor y paz. / Trabaja como si no necesitaras dinero. / Y baila como si nadie te viera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario