Un
día los alumnos de Shamal entendieron que la mejor manera de desacreditar a los
de la otra escuela era humillar a Hilel el sabio e idearon una estratagema.
Pensaron en cazar una mariposa y llevarla viva en la mano de uno de ellos y al
llegar a la casa del sabio preguntarle:
- Maestro Hilel, esta mariposa que tengo en
mis manos, ¿está viva o muerta?
Si
Hilel respondía que estaba viva, entonces apretarían el puño y le demostrarían
que estaba muerta. Si la respuesta era que la mariposa estaba muerta abrirían
el puño y la dejarían escapar, demostrando así que estaba viva.
El
plan era infalible, y decidieron llevarlo a cabo. Cazaron la mariposa y uno de
los alumnos de Shamal la tomó en sus manos, se acercaron a la casa de Hilel
golpearon a su puerta y el sabio les preguntó:
-
¿Que les trae por aquí?
Los
alumnos respondieron: - Queremos saber cuán sabio eres.
Hilel
les dijo: - ¿Y cómo lo comprobarán?
-
Le haremos una pregunta.
-
Adelante.
-
Esta mariposa que tengo en mis manos, ¿está viva o muerta?
Hilel
les miró despacio y respondió:
- La decisión está en tus manos.
Así
es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro. No debemos culpar a nadie cuando
algo falle; somos nosotros los únicos responsables por nuestros errores y malas
decisiones.
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