domingo, 30 de junio de 2019

Las palabras se las lleva el viento


                 Historias de Luz y Sabiduría

Una mujer tanto fue pregonando que su vecino era un ladrón, que el muchacho acabó preso. Días después, descubrieron que era inocente; lo soltaron y él denunció a la mujer.
- Hacer unos comentarios no es tan grave -dijo ella al juez.
- De acuerdo -respondió el magistrado- escriba todo lo que ha hablado mal sobre el joven después rompa el papel y, al regresar a su casa vaya tirando los trocitos por el camino. Mañana vuelva para escuchar la sentencia.
La mujer obedeció y volvió al día siguiente.
- Está perdonada si me entrega los pedazos de papel que tiró ayer. En caso contrario, será condenada a un año de prisión -declaró el magistrado.
- Pero eso es imposible! ¡El viento ya ha dispersado todo!
- De la misma manera, un simple comentario puede ser esparcido por el viento, destruir el honor de una persona y después es imposible arreglar el mal ya hecho.
Y envió a la mujer a la cárcel.

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