Dame tiempo
Una vez Nasrudin le dijo a su hijo:
- Pídeme lo que quieras y te lo daré.
El niño muy emocionado, pues conocía la pobreza
de su padre, le contestó:
- Te lo agradezco de todo corazón. ¿Puedes
darme de tiempo hasta mañana? Tengo que pensar.
- Muy bien -dijo Nasrudín- hasta mañana.
Al día siguiente, el hijo fue a ver a su padre y
le pidió un burrito.
- Ah no -le contestó Nasrudín- no tendrás el
burrito.
- ¡Pero me habías prometido darme lo que
quisiese!
- ¿Y no he mantenido mi palabra? ¡Me pediste
tiempo y te lo he dado!
Detrás de las rejas
A través de un ventanuco enrejado que había en
su celda un preso gustaba mirar al exterior. Todos los días se asomaba y, cada
vez que veía pasar a alguien al otro lado de las rejas, estallaba en sonoras e
irrefrenables carcajadas. El guardián estaba realmente sorprendido hasta que un
día le preguntó:
- Oye, hombre, ¿a qué vienen todas esas
risotadas día tras día?
El preso contestó:
- ¿De qué me río? ¡Pero estás ciego! Me río de
todos esos que hay ahí. ¿No ves que están presos detrás de estas rejas?
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