domingo, 26 de julio de 2020

Bienaventuranzas del anciano

Bienaventurados aquellos que me hacen sentir que soy amado,
que soy útil todavía y que no estoy solo.
Bienaventurados aquellos que llenan la última etapa de mi vida de cariño y comprensión.
Bienaventurados aquellos que entienden mi paso vacilante y mi mano temblorosa.
Bienaventurados aquellos que tienen en cuenta que ya mis oídos
tienen que esforzarse para captar las cosas que ellos hablan.
Bienaventurados aquellos que se dan cuenta que mis ojos están nublados
y que mis reacciones son lentas.
Bienaventurados aquellos que desvían la mirada con disimulo
al ver que he derramado la taza de café sobre la mesa.
Bienaventurados aquellos que con una sonrisa en los labios
me conceden un ratito de su tiempo para charlar de cosas "sin importancia".
Bienaventurados aquellos que nunca dicen: “Ya me has contado eso dos veces".
Bienaventurados todos ellos, porque han descubierto el secreto de la vida. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario