viernes, 24 de septiembre de 2021

Fábula de la antigua China: Ungüento para manos agrietadas

En el Reino de Song había una familia que elaboraba un ungüento para las grietas en las manos; lo necesitaban porque, de generación en generación, se dedicaban al lavado de ropa. Un hombre oyó hablar del tema y ofreció 100 monedas de oro por la receta.
- Hemos estado, durante generaciones, en este negocio de la lavandería –argumentaba la familia, mientras discutía la oferta–. Pero jamás ganamos más que unas pocas monedas de oro. Sin vacilar debemos venderla.
Por entonces, el Reino de Yue invadía el Reino de Wu; y el hombre que habían comprado la receta, se la regaló al príncipe de Wu, quien al punto lo nombró general. Ese invierno, sus tropas entraron en un combate naval con las de Yue, derrotando totalmente al enemigo. Y el príncipe recompensó al general con un feudo.
Así, el mismo ungüento para las manos agrietadas pudo ganar un feudo, o simplemente aliviar a los lavanderos. Todo depende del uso que se dé a las cosas.

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