Gracias, Señor, por hacerte hombre
y quedarte junto a nosotros hecho alimento.
Gracias por nuestro bautismo, que nos hizo Hijos de Dios
y hermanos entre todos los hombres.
Ayúdanos con tu Espíritu a ser conscientes
de nuestra misión de bautizados
y a vivirla cada día con responsabilidad.
Haznos en medio del mundo: levadura que lo transforma,
sal que le da sabor, que cura heridas y sana corazones
y luz que ilumina y acompaña.
Gracias por enseñarnos a gastar nuestra vida
con suavidad y firmeza a favor de los pobres, los sencillos,
los enfermos, los oprimidos, los vacilantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario