sábado, 5 de marzo de 2022

Lenguaje de signos

 Seve Lázaro, sj

Abre la puerta, Señor y entra para quedarte.
Sin prisa, repíteme como a un niño eso que quieres decirme.
Porque ningún sordomudo de la vida puede entender a la primera.
Saca tú del baúl de mi alma, uno por uno, los delirios y sofocos escondidos.
Y enséñame a mirarlos con tu calma,
mientras dejo que los dedos de tu Espíritu
mitiguen la tensión que me provocan.
Destrábame la lengua,
para que pueda contarte los fastidios, rencores y reveses
que se llevan tu serena paz de mi existencia.
¡Pon saliva sobre ellos! No sea que endurezcan
y logren atascar el manantial de tu amor, de tu esperanza.
¡Tenme paciencia, Señor!
Algún día, aprenderé a vivir solo de silencio…

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