Tony de Mello, “El Canto del Pájaro”.
Se hallaba un elefante bañándose tranquilamente en un remanso, en mitad de la jungla, cuando, de pronto, se presentó una rata y se puso a insistir en que el elefante saliera del agua.
- «No quiero», decía el elefante. «Estoy disfrutando y me niego a ser molestado».
- «Insisto en que salgas ahora mismo», le dijo la rata.
- «¿Por qué?», preguntó el elefante.
- «No te lo diré hasta que hayas salido de ahí», le respondió la rata.
- «Entonces no pienso salir», dijo el elefante.
Pero, al final, se dio por vencido. Salió pesadamente del agua, se quedó frente a la rata y dijo:
- «Está bien; ¿para qué querías que saliera del agua?».
- «Para comprobar si te habías puesto mi bañador», le respondió la rata.
Es infinitamente más fácil para un elefante ponerse el bañador de una rata que para Dios acomodarse a nuestras doctas ideas acerca de Él.
sábado, 9 de abril de 2022
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario