martes, 14 de junio de 2022

Brisa

        José Mª Rodríguez Olaizola

A veces estás en la tormenta,
la pasión desbordada, el estruendo de batallas
en que me rompo, contigo o contra ti,
y eres aguacero, que enfría mis certidumbres
o apaga mis incendios.
A veces estás en el huracán
que me asusta y me enardece,
bramando con fragor de profeta,
desgarrando el mundo con la protesta
de todas las víctimas que sufren, gritan 
y exigen justicia,
y eres el viento que me arranca del hogar
hasta que bailo con el mundo.
Pero otras veces estás, cotidiano y discreto,
como brisa en la mañana,
en el cansancio de los días sin motivos,
en la rutina del reloj de dentro,
en las derrotas sin drama,
o las victorias sin fiesta.
Y eres silencio en mi oración desierta,
eres caricia inadvertida, que, sin yo notarlo,
alivia las viejas heridas de siempre.

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