domingo, 12 de junio de 2022

Tu propio juicio

A un oasis llegó un joven. Después de tomar agua y asearse le preguntó a un anciano que se encontraba descansando:
– ¿Qué clase de personas viven aquí?”
El anciano le preguntó: - ¿Qué clase de gente había en el lugar de donde tu vienes?
- Un montón de gente egoísta y mal intencionada -replicó el joven- estoy encantado de haberme ido de allí.
A lo cual el anciano comentó: - Lo mismo habrás de encontrar aquí.
Ese mismo día otro joven se acercó a beber agua al oasis y viendo al anciano preguntó: - ¿Qué clase de personas viven en este lugar?
El viejo respondió con la misma pregunta: - ¿Qué clase de personas viven en el lugar de donde tu vienes?
- Un magnifico grupo de personas, honestas, amigables, hospitalarias, me duele mucho haberlos dejado, dijo el joven.
– Lo mismo encontrarás aquí, respondió el anciano.
Un hombre que había escuchado ambas conversaciones le preguntó al viejo: - ¿Cómo es posible dar dos respuestas tan diferentes a la misma pregunta?
A lo cual el viejo contestó:
- Cada uno de nosotros solo puede ver lo que lleva en su corazón. Aquel que encuentra cosas buenas y bellas en los lugares en donde se encuentra, encontrará lo mismo en cualquier lugar a donde vaya, por el contrario el que no encuentra nada bueno en los lugares donde estuvo no podrá encontrar cosas buenas aquí ni en ninguna otra parte.”

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