Entrevista con Dios

- ¿Qué es lo que más te sorprende de los hombres? -le pregunté a Dios en entrevista exclusiva.
- Que se aburren de ser niños, apurados por crecer, -contestó Dios- y luego suspiran por ser niños. Que primero pierden la salud para tener dinero y, acto seguido, pierden el dinero para recuperar la salud.
Que por pensar ansiosamente en el futuro, descuidan su ahora, con lo que no viven el presente ni el futuro.
Que viven como si no fueran a morir se y se mueren como si hubieran vivido. Y pensar que yo...
Con los ojos llenos de lágrimas y la voz entrecortada, Dios dejó de hablar. Sus manos tomaron fuertemente las mías y seguimos en silencio. Después de un largo tiempo le dije:
- ¿Me dejas hacerte otra pregunta? -no me respondió con palabras, sino sólo con su tierna mirada-. Como padre, ¿qué es lo que le pedirías tú a tus hijos?
- Que aprendan que no pueden hacer que alguien los amé. lo que pueden hacer es dejarse amar. Que aprendan que toma años Construir la confianza y solo segundos destruirla. Que lo más valioso no es lo que tienen en su vida, sino a quién tienen en su vida. Qué rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita.
Que bastan unos pocos segundos para producir heridas profundas en las personas que amamos y que pueden tardar muchos años en sanar. Que aprendan que perdonar se aprende practicando.
Que aprendan que deben controlar sus actitudes o sus actitudes los controlarán Y qué no es bueno compararse con los demás; pues siempre va a alguien mejor o peor que ellos.
Qué hay gente que los quiere mucho, pero que simplemente no sabe como demostrarlo.
Que aprendan que el dinero lo compra todo menos la felicidad.
Que los grandes sueños no requieren de grandes alas, sino de un tren de aterrizaje para lograrlos.
Que los amigos de verdad son tan escasos, que quién ha encontrado uno ha encontrado un verdadero tesoro. A pesar de que piensen que no tienen nada más que dar, cuando un amigo llora con ellos, encuentran la fortaleza para vencer sus dolores.
Qué no siempre es suficiente ser perdonado por otros, algunas veces deben perdonarse a sí mismos.
Que aprendan que son dueños de lo que callan y esclavos de lo que dicen y que, lo que siembran, cosechan; si no siembran chismes, cosecharán intrigas. Siembran amor, cosecharán felicidad.
Que aprendan que la verdadera felicidad no es lograr sus metas, sino aprender a ser feliz con lo que tienen. Y que la felicidad no es cuestión de suerte sino producto de sus decisiones. Ellos deciden ser felices con lo que son y tienen, o morir de envidia y celos por lo que les falta.
Qué retener a la fuerza a las personas que aman las aleja más rápidamente de ellas o que, al dejarlas ir, las dejan para siempre a su lado. a pesar de que la palabra amor puede tener muchos significados, pierde valor cuando se usa en exceso.
Que nunca harán nada tan grande para que los amé más, ni nada tan malo para que los amé menos. Simplemente, los amo a pesar de su conducta.
Que aprendan que Amar y querer no son sinónimos sino antónimos, el querer lo exige todo, el amor lo entrega todo.
Que sin importar las consecuencias, aquellos que son honestos consigo mismos, llegan lejos en la vida.
Que aprendan que la distancia más lejana es la distancia de una simple oración.
Y así, en un encuentro profundo, tomados de la mano, continuamos en silencio...
- Será posible que alguna vez aprendamos?
- Bueno sí... pero, no es gratis.